Banca ética y el valor del dinero


No sé si conocerás a alguna persona que no sea cliente o usuario de algún banco o caja de ahorros. Quien más quien menos utiliza estas entidades para guardar su dinero, ingresar la nómina, domiciliar los recibos, invertir sus ahorros...


Los bancos manejan nuestro dinero sin que nosotros nos preocupemos de qué hacen con él. En ocasiones movemos nuestros ahorros en función del interés que nos ofrecen o de otra serie de atractivos como una vajilla, una mantelería, un televisor... pero nunca nos hemos parado a pensar: "¿qué hacen con mi dinero?".

En nuestra sociedad el dinero es tan querido (por los avariciosos) como odiado (por los que no lo tienen). Acusado además de los males del mundo, el dinero se mueve a velocidades vertiginosas a lo largo y ancho de la Tierra. El 99% del dinero existente circula en circuitos puramente especulativos sin que produzca nada material. Y sabemos por nuestra experiencia actual que todo este dinero puede crear una crisis planetaria, hundir países, torpedear economías... Además, gran parte de nuestro dinero es prestado a empresas de la industria armamentística, a compañías que contaminan el medio ambiente, a redes de narcotráfico, a marcas que explotan a trabajadores y niños, etc.

Pero,  ¿es el dinero en sí mismo algo deplorable? ¿Y si le otorgamos a nuestro dinero un verdadero valor social?

Es posible darle la vuelta a la tortilla y dotarle al dinero de un auténtico valor para la sociedad. En este contexto un banco sería un intermediario que haría circular el dinero para que el ahorro financiase proyectos de interés para las empresas y para el conjunto de los ciudadanos. ¿Existe este tipo de banca alternativa?

Desde hace años se han lanzado diferentes iniciativas que pretenden dotar de este valor a nuestro dinero. Es lo que se denomina “Banca Ética”. Han nacido de esta forma varias entidades que se comprometen a que el dinero que les entreguemos será utilizado para financiar proyectos respetuosos con el medio ambiente, la cultura y la sociedad, basando su actividad en la transparencia de todas sus actuaciones. Estas entidades se pueden estructurar de forma empresarial o de forma asamblearia, encontrando diversas alterntaivas que nos ofrecen una forma diferente de guardar o invertir nuestro dinero. Algunas de ellas son Triodos Bank, Proyecto Fiare, Setem finanzas Éticas, La Nef, Oiko Credit, Caixa Pollença, Coop57, etc.

Algunos bancos tradicionales se han apuntado al carro, como Banca Cívica, que permite participar a sus clientes en la decisión de en qué proyectos se invierten una parte de sus ahorros. Pero no se compromete, en ningún caso,  a no financiar otros proyectos que vayan en contra de ciertos valores sociales, culturales o ambientales.

Esta conferencia de Joan Antoni Mele, vicepresidente de Triodos Bank, merece la pena por su claridad y la experiencia que atesora. Gracias a Vanessa por enviar este enlace.

Fuente: http://www.youtube.com/watch?v=UK3hC1xxHQM

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